El negro Piróvano me dice: el único momento
en que mi mujer
me deja de romper las bolas
son los 90 minutos que dura el partido
sino me vuelve loco
a veces cuando
me voy a garcar
me encierro con el diario
a leer en el baño
igual hincha las pelotas
a los 15 minutos empieza:
“Jorge, Jorge ayúdame
con las cortinas ¿Qué haces tanto tiempo ahí adentro?”
¡que carajo me importan
a mi las cortinas
y esas boludeces!
ojo que yo leía
a Arlt
de vez en cuando leo
algo de Fontanarrosa
es asi pibe
yo tuve el berretín de ser escritor
pero mírame años vendiendo medias
en la calle para parar la olla
la policía te persigue por laburar
claro si esos milicos son todos chorros
mírame asi medio fane
todavía algunas minitas me relojean
no te digo que sean las mas lindas
pero son pibas buenas
me acuerdo cuando volvió Perón que fiesta
mejor el viejo se hubiera quedado
le hubiera hecho un favor a los imberbes
y que lindas las minas las de la JP
deci que en esa época
conocí a mi jermú
¡que malhumorada que es! ¡por Dio!
capaz ahora no la contaba
o seria escritor
¿quién sabe?
es que el viejo
quería jurar con el uniforme
se hubiera quedado en España
capaz triunfaba la revolución
bah que se yo… ya no entiendo mucho
pero como te decía
esos 90 minutos son sagrados
son mi templo
ahí medito
mientras me concentro en la pelota