EL ABRELATAS DEL UNIVERSO

AVES SOLARES

viernes, 16 de octubre de 2009

LA HIJA DE DIOS


La hija de Dios
arrojaba alabanzas al cielo
después arrojaba objetos
puteadas a los humanos
y le pedía perdón a su padre que decía estaba en las alturas

tenía el mejor verbo paranoico
para manipular personas
a las que atacaba impunemente

era una de esas defensoras de la palabra Verdad
de esas tan cerca de la mentira

la palabra Verdad la masticaba y te la escupía en la cara
como una bomba de dolor

la gente sin corazón habla mucho de la palabra Verdad

mucha Verdad
hace mal
prefiero el misterio
prefiero el amor

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El amor, una canción que recorrió el cosmos y bajó a explicarle al mundo cómo carajo mover los pies y no tener miedo en apoyarlos en un mar.

Y vos... ¿vos sabías que detrás de un árbol se esconden los gnomos que me robaron unas cuantas plumas?, y los muy santitos se ríen, se miran de reojo y tienen que taparse la boca para no hacer tanto ruido y despertar a los viajeros que por ahí empezaban a armar sus valijas, pero como no tenían carpas...

En fin.

Voy cuando me pesen las pupilas.
Un abrazo de hermandad.

Agus.

Anónimo dijo...

Las pócimas cósmicas ;)

Soledad Arrieta dijo...

Gustavo, me encantó tu espacio. Mucha ironía, mucha verdad, mucho escondido.
Cariños!

Mista Vilteka dijo...

"Verbo paranóico" contigo. Escurridizo, temeroso.

Tú, pequeño ratonzuelo. Pequeña y sumergida rata.

Sé tu carne, sé tu humanidad profana. Callada, siniestra.

(Muy bueno su blog, por cierto. ¡Felicitaciones!)

Betiana Tkaczyk dijo...

Me gustó mucho este poema!!